Con una pista en la que participaron más de 240 animales, el jurado Rodrigo Fernández destacó que, más allá del Gran Campeón o la Gran Campeona, “me quedo con las dos últimas filas”.
Remarcó que el nivel de la raza es tan alto que permite armar filas “que rompen los
ojos”. Sostuvo que la diferencia entre el Gran Campeón y su reservado era muy fina y agregó que, si bien le gusta premiar animales jóvenes, en esta pista el nivel de los toros fue
excepcional. “Eso habla de la fuerza que hoy tiene el Angus. Estamos muy cerca de cualquier exposición del mundo”.
Recordó que, hace 7 años, cuando había jurado a los Angus en la Expo Rural Prado, el nivel había sido menos uniforme, con “animales de cola, pero eso cambió”.
Fernández afirmó que lo que buscó eran animales con Frame moderado y que se desplazaran bien, y que las hembras fueran femeninas pero anchas atrás. “Cuando hay volumen, nos podemos dar el lujo de combinar la vaca ideal, con buena ubre, profunda, pero ancha”.
Destacó la importancia de los buenos desplazamientos. Remarcó que no es necesario buscar toros de más de mil kilos ya que consideró que con 950 kg se cumple con lo que la industria necesita.
Fernández destacó la fuerte inversión en genética de las cabañas nacionales. “Antes para dar un salto debíamos buscar madres argentinas, pero hoy, detrás de estos Campeones hay madres uruguayas conocidas que lograron esos productos”.